Nombres populares:
Colmenilla, Morilla, Múrgula, Cagarria, Rabassola, Arigany, Múrgola…
Características principales:
Las diferentes especies que comprende el género de las Morchellas, son hongos de un aspecto parecido.
Formadas por un sombrero hueco, que presenta concavidades irregulares, más o menos profundas, de formas esféricas o cónicas, en función de la especie.
Toda la seta está hueca, y en su carne, delgada y quebradiza predominan los colores de pardo a marrón, con tonalidades más o menos oscuras.
El tronco, que también está vacío, suele ser blanco o de un color crema.
Las morchellas, suelen ser de medidas pequeñas, entre 5 y 10 cm. de altura.
Hábitat:
Aparece en primavera, en bosques quemados o removidos, o en los que se han cortado árboles y se arrastrado troncos…
En resumen, donde ha habido una perceptible alteración del terreno, ya sea por causa natural, o por intervención humana.
Comestibilidad:
Requiere consideraciones especiales.
Sobre el tema de la comestibilidad de las colmenillas existe la característica de que se desaconseja su consumo en crudo; esto es debido a un cierto grado de toxicidad.
Esta toxicidad es la causa del llamado sindrome cerebeloso que consiste básicamente en:
• Hipotonía, ataxia o incoordinación de los movimientos voluntarios
• Alteración del equilibrio y de la marcha
• Debilidad y fatiga musculares
¿Como eliminar esta toxicidad y hacer completamente seguro el consumo de las colmenillas?
En un principio, y según los expertos, hay que combinar el secado y la cocción:
Si son frescas, primero deben secarse (–consulta este enlace para más información–), después rehidratarse (desechando el agua) y a continuación cocinarse unos 30 minutos a una temperatura entre 70 y 90º C.
Con colmenillas completamente desecadas nunca ha habido una toxiinfección
Significado de los símbolos de comestibilidad:
Comestible
Sin especial interés culinario
ATENCIÓN: Requiere consideraciones especiales
PRECAUCIÓN: Tóxico / No comestible
NOTA IMPORTANTE:
Evite correr el riesgo de consumir setas sin su previa correcta identificación y posible comestibilidad.
Consulte si es necesario a micólogos expertos, o acuda a los centros de control de las autoridades sanitarias competentes.
Nunca merece la pena poner en riesgo la propia salud o la de otros, ni mucho menos la vida, por el hecho de comer una seta de la que no se tiene el 100% de su conocimiento.
PARA LA ELABORACIÓN DE ESTA FICHA SE HAN CONSULTADO TAMBIÉN LAS SIGUIENTES FUENTES Y ENLACES DE INTERÉS:
– Blog de la Casa de Las Setas